Foro de la MUJER

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Almuerzo de Mayo del 2008

Dos artistas mujeres que hicieron época Lola Mora y Frida Kahlo : Pasión Escándalo y Olvido.

Irene Lawson., en la cabecera del Almuerzo con Bela Tedin, la disertante Alejandra Vela que nos habló de Frida Kahlo , Marcela Miguens . Maria de las Mercedes Hernando que disertó sobre Lola Mora y Maria Teresa Solá.

Marcela Miguens abrió el almuerzo con unas palabras para invitar a las mujeres del Foro a no bajar los brazos  en momentos donde el país está pasando una situación dolorosa de prepotencia y rechazo al diálogo civilizado. Leyó parte de un  mensaje a la ciudadanía del  sociólogo José Enrique Miguens: 

"Entonces, a mi juicio, sería conveniente políticamente, recuperar las vías democráticas. Además  de la presión que se está haciendo en las provincias con bastante éxito sobre los intendentes y gobernadores, ayudaría mucho si se orientara también la presión sobre los responsables de haber permitido implantar este sistema de dominación, que son los Senadores y Diputados Nacionales que teóricamente representan a las Provincias y  que vergonzosamente han cedido sus atribuciones al Sr. Kirchner.

La estrategia de cortar rutas nacionales, me parece que ya cumplió su función de informar del problema rural a toda la opinión pública y ahora solo beneficia a los Kirchner

Me parece que sería muy efectivo políticamente, además de seguir con la  presión interna en los pueblos y ciudades de cada provincia, ampliárla a los Senadores y Diputados Nacionales, cada uno a los de su provincia.

Hay  que inundarlos con e-mails, cartas, llamados telefónicos, pedidos de entrevistas en Buenos Aires y en sus respectivas provincias cuando vayan (si se animan) y sobre sus allegados, familiares, amigos y partidarios de ellos.

Debería hacerse esto apelando moralmente a la conciencia de cada uno, a su patriotismo local y a su responsabilidad frente a sus comprovincianos y frente a sus familias y amigos. Ellos deben dar  la cara. No pueden  permitir que se despoje así a sus  comprovincianos  para que luego se decida todo desde Buenos Aires. Si apelamos a la dignidad y a la conciencia de las personas, en lugar de la violencia y el soborno que son las armas de la dictadura, con la ayuda de Dios, triunfaremos."

                                       

  Con el micrófono  Maria de las Mercedes Hernando ,  autora teatral y de televisión y radio. . Hizo una muy brillante y  entretenida exposición sobre Lola Mora ,mujer audaz , talentosa y extraordinaria para su época .Maria Mercedes contó como ella se fué apasionando por Lola ,a medida que la iba investigando,  entrando en su vida .....Su fuerza,  hoy está presente en muchas de las obras de esta joven guionista y escritora. .

“LOLA MORA: PASION, ESCANDALO Y OLVIDO”

 

En Abril de 1867 el cielo tucumano estaba de fiesta, había nacido un jazmín incomparable, bello, fragante: había nacido Dolores Mora, una morena única y porque no decirlo irrepetible. Fue en Trancas,  paisaje árido situado al noroeste de la provincia, lindando casi con Salta.

Por aquellos tiempos, Bartolomé Mitre era  Presidente de la República y entre muchas otras cosas su gobierno promovió la inmigración, más de 100.000 europeos llegaron a nuestro país. ¿Qué designio divino convirtió años después a esta morena en una emigrante? ¿Convirtió a esta niña de vivaces ojos negros en una de las más grandes artistas que dio nuestro suelo?

Perteneció a una familia adinerada, aunque no aristocrática, sus padres Romualdo Mora y Regina Vega fueron en su vida, y en la de sus seis hermanos, una ráfaga de amor, los perdieron demasiado pronto y en el término de una semana. Con la muerte de sus padres el bienestar económico desapareció e ingresaron en sus vidas las primeras penurias, los primeros problemas, los primeros recelos y las primeras sorpresas. A poco de quedar huérfanos, los hermanos Mora se enteran de la existencia de un medio hermano, José Vega, hijo natural de Regina Vega: ¡un escándalo! Y como un coro griego se alzaron las voces murmuradas de una sociedad  que se hizo eco del escándalo. Pero este no sería el único en la vida de Lola.

 

LA PASION

A poco de cumplir 20 años, Lola recibe quizá su mejor regalo: llega a Tucumán Santiago Falcucci, un italiano profesor de pintura, al que por supuesto Lola se acerca y al poco tiempo pasa a convertirse en su mejor alumna. Por aquel entonces la Sociedad de Beneficencia de Tucumán organizaba exposiciones de arte; en la primera en que Lola se presenta intentan rechazar sus obras argumentando que “la Srta Mora no armoniza con el apellido de las demás expositoras”. Falcucci salió al cruce y amenazó con retirar a todos sus alumnos de la exposición si Lola no era aceptada. Logró exponer y los rumores siguieron: ¿Qué relación la unía a Falcucci? ¿Qué ingerencia tenía el gobierno provincial sobre la figura de Lola? Preguntas y más preguntas surgían irremediablemente alrededor de Lola… Dos años más tarde en otra exposición de las Damas, Lola presenta lo que sería su primera gran obra: 20 retratos de Gobernadores tucumanos. Fue un gran impacto, ella que era juzgada por sus relaciones con la política, expone retratos de políticos… Una osadía, una provocación, y por que no, una travesura? Esos retratos Lola los donaría al Gobierno provincial, recibiendo a cambio una paga de $5000.

El camino estaba trazado… Lola no solo demostraba talento en el mundo del arte, sino también en el social… Sabía como moverse, sabía lo que quería. ¿Y que quería esta morena intrépida? Quería estudiar, perfeccionarse con los mejores… Y los mejores maestros estaban en Europa. En 1895 solicita una beca, por intermedio del Dip. Marcos Avellaneda por Tucumán,  ante el Congreso de la Nación para ir a estudiar a Italia. Un año más tarde se le concede la beca de 100 pesos oro.

 

Antes de cruzar el océano pasó nuevamente por Buenos Aires y se enamoró de sus calles, de su gente. Mitre le regaló el original de la primera traducción de “La Divina Comedia” del Dante y se lo llevó a Europa en su baúl de imágenes, colores y formas. Llevó además varias cartas de recomendación, una de ellas escrita por un antiguo amigo de su padre, Dardo Rocha, por quien conoce a su más fiel protector en estas nuevas tierras, el embajador argentino en Roma, Enrique Moreno.

¡Italia!, el gran sueño, todo el arte de los grandes al alcance de su manos… Y el primer gran desafío a tallar: Lola quería estudiar con Paolo Michetti, un destacado pintor. La historia cuenta que Lola se apersonó en el taller de Michetti, se presentó y le pidió ser su discípula; pero Michetti no tomaba discípulos, pero ella no se detuvo y haciendo gala de su osadía le dijo: “- vine a Europa a estudiar con usted, si no me acepta volveré a mi país y el mundo se perderá una gran artista”. Michetti con seguridad la observó descaradamente, casi con el propósito de incomodarla y ella, con la soberbia propia de sus 28 años no bajo su mirada, ni se ruborizó… Michetti aceptó el desafío de esta irreverente tucumana y fue así como Lola Mora se convirtió al poco tiempo en su discípula predilecta.

 

Lola ante la inmensidad de lo desconocido tenía la absoluta certeza de iniciar el verdadero camino. Europa le habría los brazos, nadie la prejuzga, nadie la critica. Los murmullos malintencionados se habían transformados mágicamente en elogios... Y esto recién comenzaba. Por aquel entonces el Café Grecco de Via Condotti era el reducto donde se reunían los artistas de la época, allí iba Lola: polemizaba con Marconi sobre la telegrafía sin hilos, seducía al gran D’Annuzzio, se maravillaba ante el talento de Elenora Duce… Y embriagada por el arte se sorprende ante la sugerencia de Michetti de que debe estudiar escultura. ¡Un desafío!, ¿cómo Lola iba a negarse? A ella le encantaban los desafíos… Su primer maestro de escultura fue Constantino Barbella, quien le enseño a modelar miniaturas y a trabajar el bronce. Ya enamorada de la escultura Lola quiso perfeccionarse al lado del mejor: Giulio Monteverde. Y como todo en su vida, lo consiguió. Monteverde fue quien le enseñó a trabajar el mármol, con Monteverde tomo contacto con las esculturas de grandes dimensiones, y con Monteverde aprendió además a ser estrafalaria. ¿Cómo es esto? Monteverde tenía el lema que para atraer la atención de la prensa nada mejor que ser extravagante, exótico y disparatado… es así como Lola escuchando a su maestro adopta esa vestimenta que tanto dio que hablar al  mundo entero: pantalón bombacha, ajustada chaquetilla y una boina. Y la vestimenta, su halo mágico y su talento irrumpieron en la prensa italiana que comenzó a hablar de esta argentina… Pero Lola no se detuvo, y ella misma se encargo de que todas estas notas llegaran a Buenos Aires y la prensa argentina se hiciera eco de sus logros.

 

Pero no eran solamente pétalos de rosas en el camino de Lola, también había espinas: habían pasado ya dos años desde su llegada a Roma y su beca había concluido. ¿Cómo seguir? ¿Cómo permanecer en esta tierra italiana que tanto le ofrecía? Sus maestros le habían enseñado que “el arte también puede servir para el bienestar, si uno logra venderlo”. Y Lola lo vendió. Salio por las calles de Roma a vender  sus primeras esculturas a negociantes de objetos de arte, a sus amigos y admiradores de la colonia española en Roma. Al tiempo que su ángel guardián, el embajador Enrique Moreno le escribió una carta al Presidente de la Nación Julio Argentino Roca pidiéndole una nueva beca para Lola. En noviembre de 1898 este  respondió, favorablemente.

 

Finalizaba el siglo XIX y Lola Mora tenía su propio estudio en la calle Lungo Tevere Prati 19, en Roma. La prensa italiana la visitaba, haciéndose eco de la popularidad de la artista tucumana, resaltaban la energía y el fervor con el que trabajaba, su amor por la belleza y su perseverancia. Comenzaban a pedirle obras de distintos lugares de Europa, el intenso ritmo en el trabajo no la hizo descuidar jamás su intensa vida social.

 

EL ESCANDALO

Como si se desprendiera del mármol, en largas noches de insomnio asistió a su propio nacimiento, fue madre de mi misma y de ese parto con dolor surgió su propio autorretrato, con el cual obtiene la primera medalla de oro en París... Un volcán se había apoderado de ella y de sus obras, había llegado el tiempo de volver. Volver con honores y reconocimiento a la Argentina.

Y en esta vuelta triunfal a su país es recibida por el mismísimo Presidente Roca, y es a él a quien le cuenta la idea que traía: quería donar a su país una fuente. Una fuente para la Plaza de Mayo. Roca en persona sugirió al Gobierno de Buenos Aires la importancia que tendría una fuente hecha por una mujer y argentina. Porque recordemos que hasta ese momento las esculturas públicas las hacían hombres y en su mayoría extranjeros; vale citar la estatua de Sarmiento hecha por Rodin que trajo más de un escándalo…

 

Más allá de sus méritos como artista, Lola tenía un sutilísimo manejo de la diplomacia... Su primera visita a la Argentina, luego de su exilio artístico tuvo buenos frutos...  Tres años fueron necesarios para pasar del anonimato al éxito.

 

En Tucumán ofrece al Gobierno la realización de dos bajorrelieves para la Casa histórica. Estaba llena de proyectos. En octubre de 1900 vuelve a Europa. Una vez instalada en su taller trabaja fervorosamente sobre la idea de la Fuente. Primero buscó inspiración en nuestro folklore, pero el fuego creador surgió de la mitología griega: LA FUENTE DE LAS NEREIDAS representando el nacimiento de la Diosa del amor, Venus sostenida por dos nereidas, rodeada de tritones. Durante meses trabajo fervorosamente sobre la fuente con la ilusión de que su pueblo pudiera disfrutarla, lo que Lola ignoraba era que estaba esculpiendo su propia trampa. Porque la fuente fue la piedra del escándalo. Se inauguró el 21 de Mayo de 1903 y no en el lugar por ella soñado, no fue en la Plaza de Mayo porque las mentalidades pacatas de la época consideraron que era un escándalo emplazar figuras desnudas frente a la Catedral. Fue en el Paseo de Julio, un lugar no tan transitado como la Plaza…A la inauguración concurrió mucho publico, sin embargo hubo un gran ausente: el Presidente Roca; esta ausencia generó más de un malintencionado comentario… ¿Era solo  amistad lo qué unía a Lola Mora con Julio Argentino Roca?,  Él era tucumano y ella desde siempre, por lazos familiares, estuvo ligada a la política. Mucho fue lo que se hablo, poco lo que se sabe con certeza. Lo único cierto es que ambos decidieron cuidar las apariencias. El misterio rodeo esta particular relación, y quizá el secreto alimentó las llamas de la difamación...

La fuente fue quizá el primer gran dolor para Lola, pero no se detuvo, ni ella ni los escándalos… Por aquel entonces gana el Concurso para hacer el Monumento a la Reina Victoria en Gran Bretaña, pero no lo aceptó: la condición para recibir el premio era que cambiara su ciudadanía y Lola tenía alas como artista, pero también raíces tucumanas y argentinas…

 

 Las mujeres se volvían implacables,  criticaban su  sensualidad, su disfrazada masculinidad. Por el contrario los hombres la admiraban, celebraban su belleza, imaginando las curvas de su cuerpo ocultas por ese vestuario casi estrafalario. Y en medio de ese tumulto Lola se animaba a concurrir a un banquete en el Club del Progreso, cuyos comensales eran solamente hombres.  La Prensa, Caras y Caretas, La Nación se hacían eco de esta personal revolución provocada por la joven artista. Fueron más los elogios que las criticas, pero para ella no era una cuestión de cantidad... retrucó hasta el cansancio las infamias sobre sus obras, se calló las respuestas sobre su vida intima...

 

En julio de 1903 vuelve a Europa cargada de pedidos: la estatua de Aristóbulo del Valle, las figuras de los Congresales de Tucumán, el busto del Presidente Sáenz Peña, el de Alberdi, el de Roca… Una vez en Roma gana un nuevo concurso, najo el seudónimo de Tupac Amaru para hacer el Monumento al Zar Alejandro I de San Petesburgo; cuando los rusos descubrieron que se trataba de una mujer y argentina y no un hombre y japonés como se habían imaginado le exigieron que adoptará la ciudadanía rusa para concretar su proyecto. Nuevamente Lola no lo aceptó.

 

El océano pasó a ser algo familiar para Lola, de Europa a Buenos Aires, de Buenos Aires a Europa. En esos viajes concreta la inauguración de los bajorrelieves para la Casa de Tucumán y ahí nuevamente da una prueba de su osadía: esculpió entre los congresales la figura de Roca, su protector. Este anacronismo fue duramente criticado y animó numerosos comentarios.

 

Ya iniciado el siglo XX, Lola era una artista muy renombrada en Europa y también en Argentina, claro que en Europa eran elogios mientras en su país eran criticas. Pero todavía le faltaba llegar a la cumbre de sus escándalos. En una de sus vueltas se instala en el recientemente inaugurado Congreso de la Nación, debía hacer un par de obras que ornamentarían las escalinatas principales del edificio como así también el Salón de los Pasos Perdidos. Instalada en el Congreso conoce a Luís Hernández Otero, un joven 20 años menor que ella de quien se enamora perdidamente, casándose con él dos años mas tarde. Ya no era su obra, era su vida la que provocaba un nuevo escándalo.   Vivió nueve años junto a Hernández, pero los celos le ganaron a la pasión, al parecer Luis era demasiado mujeriego para el gusto de Lola. Se separaron y Lola se quedo acompañada de sus fieles estatuas, ellas no se le rebelaban…

 

EL OLVIDO

Comenzaron a correr vientos nuevos para su vida, un huracán de sinsabores envuelve su aura… ¿qué estaba pasando? Los proyectos se le iban de las manos… Y la vida le fue quitando sus afectos. Se le mueren: Mitre, Roca, Moreno y hasta su adorada hermana Paula… Vivió la guerra contaminando el aire de Europa, los cuerpos mutilados, la armonía quebrada, el arte sepultado, el rojo de la sangre invadiendo pinceles, mísiles apoderándose de los mármoles y sus estatuas solas, desamparadas, viviendo su propia guerra, la de la indiferencia y el olvido...

Las obras que había realizado para el Congreso de la Nación son retiradas del edificio por tildarlas de “mamarrachos”. Tenía ya algo más de 50 años y los encargos de obras habían cesado y como corolario de su decadencia le informan que su Fuente sería trasladada a otro lugar: su morada definitiva en la Costanera Sur. Fue la propia Lola quien dirigió el traslado de su fuente… ¿Era un castigo? Seguramente. Atrás quedaron los años de esplendor, sus obras a la deriva, tiradas en galpones húmedos y ella, ya alejada de la escultura y de la realidad, creyó traer a Buenos Aires una gran novedad importando un proyector cinematográfico. Pero desde hacía algunos años el cine había llegado a nuestro país provocando toda una revolución. Parece mentira que esa mujer tan lúcida y avanzada a su época como escultora, estuviera ahora tan ajena a los avances de los cuales disfrutaba la ciudad.

 

Y a pesar del cansancio no se detuvo y emprendió su última aventura: se fue a Salta buscando minerales. Todo su capital lo invirtió en la montaña, pero el frío y el hambre le ganaron la batalla. La encontraron tirada en Salta y el diagnostico de los médicos fue terriblemente simple: hambre. Ya vencida vuelve a Buenos Aires y vive con sus sobrinas. Al poco tiempo un derrame cerebral ataca su cuerpo, queda ida como fuera de la realidad, pero esa aparente locura no le impide realizar su ultima travesura: la historia cuenta que se escapaba de la casa de sus sobrinas y caminando llegaba a la Costanera Sur. Allí fue descubierta por un periodista del diario la Nación que al ver una mujer subida a la fuente se detuvo para preguntarle ¿qué hacía?. Lola giró y simplemente contestó: “estoy secando a mis hijas”.

 

Lola Mora murió un 7 de junio de 1936, rodeada por sus sobrinas y por Luis. Él volvió días antes de la muerte. ¿Lo había perdonado?. Tal vez la soledad de años, la distancia disgregaron al dolor y al desencanto, invalidaron el resquemor que los había separado o quizá, ella, había dejado de ser conciente de sus actos.

 

¿Quién era? ¿Quién fue realmente Lola Mora? Una mujer, intemporal, un misterio, una pasión, pero no el olvido, porque el olvido les jugó una mala pasada, no a ella, sino a los que quisieron castigarla. ¡Pito Catalán! Buenos Aires que en vez de llamar a su Fuente de las Nereidas, la rebautizaste Fuente de Lola Mora, inmortalizándola por los tiempos de los tiempos. Amén.

 

 

 Maria Teresa Solá ,  Alejandra Vela,  Embajadora Nina Vela con  Marcela Miguens

Disertación sobre Frida Kahlo  que Alejandra Vela presentó en el Foro con diapositivas de los cuadros de Frida en una magnifica exposición destacando la época en que actuaron estas dos mujeres de avanzada.

FRIDA KAHLO

BOSQUEJO DE UNA NATURALEZA VIVA

Por María Alejandra Vela

Frida Kahlo nace el 6 de Julio de 1907 y muere en Julio de 1954. Sus padres fueron: Guillermo Kahlo, de origen judío húngaro-alemán de profesión artista y fotógrafo. Su madre Matilde, una hermosa mestiza mexicana y por cierto muy católica.

Cuando Frida era muy pequeña;  a la edad de 3 años, estalla la revolución Mexicana encabezada por Pascual Orozco, Pancho Villa y Emiliano Zapata.

Desde muy temprana edad, Frida comienza a escribir sus pensamientos, recuerdos y vivencias. En su diario íntimo escribe lo siguiente: “Recuerdo tener 4 años, cuando tuvo lugar la escena trágica: con mis propios ojos vi la batalla entre los campesinos de Zapata y los Carrancistas. Mi ubicación era muy buena, mi madre abrió las ventanas que daban a la calle  Allende y se encargó de que los heridos y hambrientos saltaran de las ventanas de la casa a la sala de estar. Durante 1914, solo se oía el silbido de las balas….Todavía recuerdo su extraordinario silbido”.

Frida tenía una relación excepcional con su padre. Para él, ella era abiertamente su hija predilecta; refiriéndose a sus cinco hijas, Guillermo Kahlo solía comentar: “Frida es la más inteligente, es la que más se parece a mi”.

Su padre estimulaba el espíritu aventurero que percibía en Frida; le prestaba y recomendaba libros de su biblioteca, la incitaba a compartir sus sentimientos de curiosidad y pasión por todas las manifestaciones de la naturaleza: las piedras, las flores, los animales, los pájaros, los insectos……..

Ambos escuchaban Beethoven, Strauss, Wagner. Cuando Frida tuvo edad suficiente, la hizo partícipe de su interés por la arqueología, el arte, la historia y la fotografía. Aquí tenemos otro ejemplo más, de una artista cuyo padre fomentara su carrera: la hija de Tintoretto (Marieta Robusti); la hija de Orazio Gentuleschi (Artemisa Gentileschi) quien fuera de una extraordinaria belleza, aparte de ser un caso raro y extravagante en la historia de la época. En el Ufizi de Florencia, podemos encontrar obras de ella. Otro es el caso de la pintora suiza Angélica Kaufmann, cuyo padre junto con sir Joshua Reynolds, fue uno de los fundadores de la Royal Academy de Londres.

Sigamos con Frida….

A los nueve años; después de una ardua lucha contra la poliomielitis, su pierna izquierda queda algo deformada y semiparalizada. Este es un especial período en donde ella y su padre se sintieron más unidos que nunca, en la experiencia común de la enfermedad.

Guillermo era epiléptico y sufría terribles y frecuentes ataques nocturnos. Años después, ella relata en su diario: “mi niñez fue maravillosa; aunque mi padre estaba enfermo, para mi constituía un ejemplo inmenso de ternura, de trabajo (como fotógrafo y pintor) y sobre todo de comprensión de todos mis problemas.

En 1923; con 16 años entra en la Escuela Preparatoria Nacional; es una de las 35 niñas elegidas entre 2.000 postulantes. Ya en éste tiempo, Frida admiraba secretamente a Diego Rivera quien había pintado un mural en dicha escuela.

A los 18 años; sufre un espantoso accidente con varias fracturas de pelvis, brazos, piernas y órganos sexuales; varias de ellas irreversibles.

Es a partir de éste trágico suceso que ella comienza a pintar…Es admirable, como a través de la creación, a través del arte; ella puede sublimar su angustia, su dolor, su tedio y desesperanza. Si nos detenemos a pensar en el perfil anímico y psicológico de Frida, en el conjunto de sus vivencias, en sus operaciones, enfermedades, en su dolor físico y espiritual, en su impotencia y frustración, en su disminución física, en la pérdida de varios embarazos muy deseados que terminaron en aborto, en su gran deseo de ser madre, en su gran soledad y en la constante convivencia con todos éstos hechos….A través de su obra podemos percibir visualmente todos los relatos que conformaron su vida…podemos hacer una perfecta lectura visual, a modo de un diario escrito.

Pero a Frida la salva su intelecto, su fuerza interior, su humor, su corazón aguerrido que no se entrega a lo que el destino pareciera disponerle. Escribe en su diario: “La tragedia es lo más ridículo que hay; nada vale más que la risa. La risa es fuerza; reír y abandonarse, ser ligero….la tragedia es lo más ridículo que tiene el hombre”.

En sus cuadros veremos una constante representación de la sangre; de la enfermedad y de la salud; de la vida y de la muerte, del sol y de la luna, de la luz y de la oscuridad, de lo masculino y lo femenino….de los ciclos naturales de la existencia humana y de las cosas.

Frida tiene una mirada constante en todos los opuestos complementarios que conforman un todo….ella es parte de ellos, ella se funde en el todo. Su obra es de una extraordinaria cosmogonía, ella se siente aire, agua, tierra, sol y luna. Ella se siente encarnada en la Diosa precolombina del universo, la gran Madre Cósmica partida en luz y en oscuridad….ella se siente ésa madre, que sostiene al dios de la montaña Tlazolteotl, en un abrazo amoroso; ella misma sostiene a Diego Rivera en un abrazo de amor, como veremos en varias representaciones de su obra pictórica.

Después de su accidente, su madre hace poner un espejo a modo de balda quino, en el techo de su cama. Ella dialoga con ella; ella es su interlocutora, ella es “la otra Frida” como en una de sus más famosas obras “Las dos Fridas”. A menudo me pregunto: Si Frida fuese contemporánea nuestra; en un mundo demasiado invasor o invadido por la televisión, internet, por el consumismo o simplemente por el exceso de información, ¿hubiese sido tan fructífera su producción artística?  ¿Habría tenido el tiempo necesario para hablar y dialogar con la otra Frida? Con las otras Fridas? Habría tenido acceso a ése fluido diálogo tan profundo y de repente tan conciliador? Acostada en su cama postrada, Frida pasará muchísimos meses contemplándose…días y noches se entremezclan, su percepción de la realidad también; es aquí cuando ella dejará  fluir los poderes creativos del inconsciente para resolver así la contradicción entre el sueño y la vigilia en su nueva realidad: un mundo nuevo, un mundo mágico y liberador; el de la pintura, el de las formas, el de los colores, el de la creación.

En 1928, se hace miembro del partido comunista, conoce a la magnífica artista y fotógrafa italiana Tina Modotti, quien le presenta a Diego Rivera, el artista más famoso de todo México.

Este importantísimo muralista mexicano de fama internacional, de personalidad extravagante y caprichosa que le lleva 20 años, enamora inmediatamente a Frida. Dos años después se casarán. Diego fue el amor de su vida pero también su tormento. En su diario escribe: “En la vida me han sucedido dos cosas terribles: mi accidente y mi amor por Diego”.

Enseguida después del casamiento, la pareja viaja a EEUU, ya que Diego Rivera es contratado para la ejecución de varios murales: en el Colegio de Pomona de Clermont California, en la Nueva Escuela de Investigaciones Sociales en Manhattan, en Nueva york, en New Hampshire, y en otros sitios. Durante estos años Frida pinta bastante, pierde varios embarazos y se conecta con el mundo artístico, internacional e intelectual de EE: UU.

En 1938, ya de nuevo en México, ella y Diego hospedan a Trotsky y a su mujer que llegan de la Unión Soviética como refugiados. Poco tiempo después él será asesinado. También en éste año llega a México André Breton, padre del surrealismo, quien queda fascinado por la pintura de Frida Kahlo y por ella naturalmente.

Frida hace su primera exposición en Nueva York en la galería Julian Levy donde conoce a un gran amigo y amor, el famoso fotógrafo surrealista Nicolas Muray.

André Breton la invita a exponer en París junto a otros destacados artistas surrealistas europeos. En 1939, con gran disgusto se entera del nuevo modelo y amor de Diego su marido: ni más ni menos que su hermana Cristina. Enseguida se divorcian. Un año después se someterá a varias operaciones de columna en San Francisco y en Agosto ella y Diego, deciden casarse nuevamente ya que no pueden vivir el uno sin el otro.

Frida es convocada para enseñar en una escuela de arte llamada “La Esmeralda”. Acepta con mucha alegría ya que su amor por los niños es inmenso. Al poco tiempo, por razones de salud comienza a enseñar en su casa. Aún hoy, muchos de sus discípulos “Los Fridos”, la recuerdan como una persona alegre y generosa al momento de enseñar, con una manera especial de fomentar el conocimiento a través de una concepción abierta, respetuosa y motivadora.

En 1950, tienen que hacerle  nueve operaciones de columna, luego le amputarán el pie en gangrenado. En su diario podemos ver una acuarela, un dibujo de su único pie restante, con una inscripción que dice” pies, pá qué los quiero si tengo alas para volar”.

Su relación con Diego Rivera se torna insostenible, él quiere divorciarse nuevamente, seguramente para poder concretar formalmente su relación con la actriz María Félix.

En 1953 se hace la gran exposición individual de Frida Kahlo en México, en la galería de arte contemporáneo de la fotógrafa Lola Álvarez Bravo. Ella asiste a la inauguración trasladada y postrada en su cama.

En 1954, marcha en silla de ruedas para protestar por la intervención estadounidense en Guatemala. En Julio del mismo año, Frida fallece y conforme a sus deseos; Diego abre el Museo de Frida Kahlo en la casa azul de Coyoacán en 1957.

Escribió en su diario:

“Salida muy silenciosa

Que me llevaba a la muerte

¡Estaba tan olvidada!!!

Que ésta era mi mejor muerte.

¡Te estás matando!

¡Te estás matando!

Hay quienes ya no te olvidan!

Acepté su mano fuerte

Aquí estoy, para que

                                     VIVAN.

Antes de morir apuntó en su diario:

“La muerte es un proceso que lleva a la existencia”
“Espero alegre la salida

Y espero no volver jamás”.

Su última obra; su último óleo es una naturaleza colorida y pulposa; en donde podemos leer la inscripción “VIVA LA VIDA”.

A éste simple y corto bosquejo de la vida de Frida que presento hoy, aunque largo y vibrante dentro de mí ser; invito a que cada uno de ustedes: agregue, borre, pinte y dibuje su propio bosquejo; lea investigue, pregunte y medite sobre ésta gran mujer: La pintora Frida Kahlo.

 

        Doctora Liliana Bonome  sonriente  en el Foro de la Mujer.