Requiem para José  Enrique Miguens     (estracto de una carta a Marcela )

  escrita  por Archibaldo Lanús

 

 En nuestra vida encontramos pocas personas que calificamos de excepcionales. Jóse era una de ellas. Nos conocimos hace muchísimos años y siempre tuve el privilegio de compartir su amistad lo que me permitió entablar largos diálogos sobre los temas mas variados de la vida y del mundo..Su inteligencia desbordante no le impidió gozar de lo cotidiano con espontaneidad y frescura porque nunca su mente racional adormeció su emocionalidad.  Pudo así vivir una existencia en plenitud, encarando los mas complejos problemas de la sociedad contemporánea al mismo tiempo  que sentía el gusto por un buen vino o las claras melodías del amor  hogareño.

No desfalleció nunca ante la adversidad porque vivió la existencia como un acto heroico de amor y sabiduría. Para él la vida fue una celebración. Desdeñó las ambiciones secundarias porque valorizaba el valor espiritual de la familia. Fue lo contrario de un héroe trágico porque como Epicuro , siempre abrió el cauce de su energía hacia el placer y la confianza en el destino del ser humano.

Jóse tenía una marca en su carácter que siempre lo proyectó por encima de su generación: como Sócrates buscó el conocimiento.

Su actividad como Sociólogo, sus obras, sus enseñanzas quedarán como el testimonio de alguien que propugnó  la sociedad democrática como el mejor marco para el desenvolvimiento del hombre libre. Fué implacable en la defensa de un "humanismo cristiano" frente al "humanismo mágico" que incautaba la autonomía del ser humano para construir un poder autoritario.

Por eso estaba al lado de Erasmo de Rotterdam, Marsilio de Padua, Dante Alhigieri,    frente a Maquiavelo, Platón, Cósimo de Médicis o Bizancio que tan poco respetaron la libertad humana.

José Miguens  es , sin duda, el exponente argentino del pensamiento democrático occidental. Creía en la igualdad de todos los ciudadanos, en la neutralidad del Estado y en el diálogo, por eso siempre defendió la auto-responsabilidad del individuo y la autonomía personal  frente a los poderes temporales.

Quizás  el humanista que fué Jóse  es la reencarnación del espíritu renacentista de Pícolo de la Mirándola que se  expresa en el discurso de la Dignidad del hombre.

Marcela , me he permitido hacer esta incursión en el pensamiento de Jóse  porque creo que en su elogio, él hubiera querido que le reconociéramos ese aspecto.  Aunque ,con humor , hubiera esbozado una sonrisa después de decir: no exageren...

Solo puedo decirte que recordaré siempre a Jóse , por la generosidad de su corazón, por la grandeza de sus sentimientos, , los gestos cálidos para los amigos, y por esa inteligencia erudita que poblaba de paisajes maravillosos su conversación y el mundo profundo de su idealismo.

Se nos fue alguien grande. Recibe, Marcela, mi cariño sincero esperando que ya Dios lo haya recibido en su gloria.