Foro de la MUJER

  forodelamujer@interserver.com.ar


 

       Almuerzo de Octubre "   CIENCIA Y ESPIRITUALIDAD

En la cabecera del Almuerzo  Ana Maria Llamazares  habló de Ciencia y Espiritualidad y  presentó su libro : "Del reloj a la flor de loto" . Silvia Flores nos conmovió con sus relatos sobre la Comunidad la JUANITA en la Matanza y  también presentó su libro "Ya empezamos a construir el país que queremos", del que es co-autora con varios jóvenes lideres del movimiento

Fue uno de los almuerzos mas cálidos y profundos de este año. Con preguntas  inteligentes, y  mujeres jugadas en sus testimonios intimistas. Hubo mucho diálogo y contacto profundo con las disertantes y mucha motivación despertada por el tema  Ciencia y espiritualidad.

Ana Maria firmando libros

Ana Maria con Alejandra Vela

 

Silvia Flores

, Miembro honoraria del Foro de la Mujer nos encantó con la noticia de que el papa Francisco agradeció el envío  del libro  " Ya empezamos a construir el País que queremos". y nos  mostró la carta papal de agradecimiento.

Marcela Miguens  abrió el almuerzo diciendo:

Hoy es un almuerzo de celebración en el   Foro de la Mujer por los resultados de las elecciones que se desarrollaron con mucho entusiasmo y tranquilidad, Hay alegría en la calle y tenemos en el Foro de la mujer  a Ana Maria Llamazares la autora de un magnifico libro “Del reloj a la Flor de Loto”.en venta aquí en la mesa de entrada. 

También está con nosotros  Silvia Flores de la comunidad la Juanita   que ha traído su  libro, tambien a la venta en la mesa de entrada., "Ya empezamos a construir el país que queremos " del que es co-autora con Joaquin Sorondo. Silvia tendrá mas tarde la oportunidad de contarnos como nació este libro de jóvenes lideres que hoy edita La Comunidad  La Juanita...

  Ana Maria Llamazares es Licenciada en Ciencias antropológicas de la Uba . Es   Magíster en Metodologia de la investigación científica de la Universidad de Belgrano.Investigadora del Conicet  Co- fundadora de la Fundación Desde America. Colaboradora del  Diario la Nación

Ha publicado numerosos artículos cientificos y de divulgación Entre sus libros se destaca El lenguaje de los Dioses ,”   Arte Chamanismo y cosmovisión indigena en Sud America “ y el que presentamos hoy “Del reloj a la Flor de loto, Crisis contemporanea y cambio de paradigmas” 

El libro  de  Ana Maria  es   muy interesante por muchas razones. Para empezar tiene muchos  años de trabajo y de investigación. Una narrativa clara , seria , valiente ,apuntando  a despertar las conciencias de los lectores  para  modificar  viejos padrones de pensamiento y de conducta .Para mi este libro  integra dos partes de ella muy intensas. una parte de ella ,la científica- investigadora del Conicet y  la shamánica antropóloga,  humanista  que puede   experienciar y vivenciar  comprometida  con su propio proceso personal de búsquedas y de hallazgos ..

Cuando terminé de leer su libro ,la llamé por teléfono para felicitarla sin conocerla  . Me  enganché enseguida  en   un Workshops que  ella iba a dar en Merlo, San Luis Alli nos fuimos  y pasé tres dias inolvidables e intensos donde  pude  conocer mucho mas a la humanista ,antropóloga  chamana ,  interesada en  arte,  cosmovisiónes indigenas.,rituales, y  simbolismos transculturales. 

Hoy  entendemos que la contemporaneidad esta pasando por la visiòn del nuevo paradigma que es holístico, ecológico sistémico  espiritual .   Dejamos atrás  los modos de pensamiento de la   Modernidad y  la pos modernidad .para . habitar un mundo diferente. Un mundo de interrelaciones e interacciones  ,un mundo  donde no hay  certezas pero que esta  siempre en proceso y movimiento.Un mundo en crisis donde aparecen nuevas configuraciones y  se construyen puentes entre  la Ciencia y la espiritualidad..

  Cuando   hablamos de espiritualidad ,en este contexto  no hablamos de ninguna religión en particular . Sino …… de un anhelo del ser humano… , un anhelo integrador cuerpo- mente - espiritu que ha estado siempre   en todas las culturas del planeta y en todos los tiempos .

Desde este Foro de mujeres lo nvivimos  hoy   como una necesidad profunda de  trascendencia , de significados   que den sentido,  al  todos- los- dias . Un “hacia donde”  …. PARA SEGUIR COMPLETANDONOS  COMO PERSONAS INTEGRAS,  TANTO EN LA ADVERSIDAD COMO EN LA CELEBRACION DE LA VIDA

Esta caminar hacia metas mas espirituales es fundamental para nosotros en la Argentina , hoy arrasada por un materialismo a ultranza y por una violencia sin precedentes que incluye punteros , traficantes y barras bravas destruyendo el país.

Vamos a recibir a Ana María  con un enorme aplauso

Hacia un nuevo encuentro

de religión, ciencia y espiritualidad

Por Ana María Llamazares

La aparición tan sorpresiva como sorprendente del Papa Francisco en el escenario mundial, está generando un resurgimiento no solo de la fe cristiana, sino de la espiritualidad en general; un fenómeno que trasciende las fronteras de las iglesias, y encuentra su razón de ser más allá, en las profundidades de la consciencia colectiva, aún escindida por las rupturas que le impuso la modernidad materialista.

Hemos roto nuestro vínculo natural con lo sagrado, con la vida, con la espiritualidad; dejando todo esto en manos de un credo religioso, que por definición se erigía en el único verdadero.

Pero religión y espiritualidad no son lo mismo. En 1999 cuando el Dalai Lama nos visitó en Argentina, ya explicaba esta diferencia. La religión está asociada a las instituciones eclesiásticas y se basa en un dogma de fe. La espiritualidad en cambio es patrimonio universal del género humano, no depende de creer en un dios particular, sino de la experiencia de lo sagrado que se aloja en cada persona, en cada rincón e instante del universo. La espiritualidad puede encontrarse en el seno de las religiones, pero no necesita de ellas para florecer, pues sólo depende de que nuestro corazón esté lo suficientemente abierto y libre de ataduras.

Así también hemos resecado el concepto de fe, al entenderlo como una cuestión de creencias, un acto de obediencia a lo que otros nos dicen que es la verdad revelada. Hace pocos días el hermano David Steindl-Rast, un sabio monje benedictino, explicaba esta distinción en una de las charlas que dio en Buenos Aires. La fe es mucho más que un simple creer en algo, nos decía. Tener fe es un gesto de coraje, de confianza en la abundancia de la vida, en el poder siempre renovado de esa fuente inagotable de incertidumbre y sorpresa que de alguna manera, también podemos llamar Dios. Por eso, la espiritualidad no implica desligarse de la vida mundana para elevarse a las alturas desencarnadas donde supuestamente reside lo divino. Espiritual es aquello que está dotado de espíritu y spiritus en latín, significa “aliento vital”. Por eso, la espiritualidad es una profunda conexión con la vida, en todos sus niveles y manifestaciones, es una alabanza permanente al hecho mismo de estar vivos.

Bajo esta mirada se ha hecho posible iniciar, hace ya décadas, el diálogo interreligioso a nivel ecuménico. A partir de 1988, fecha en que se creó el Consejo del Parlamento Mundial de Religiones se han celebrado seis congresos internacionales, que han ido abriendo los caminos del encuentro entre diversas tradiciones, develando el sustrato común de la espiritualidad, o como diría el hermano David, mostrando que las religiones son como diversos pozos que se alimentan de una misma napa.  En 2009 el último congreso realizado en Melbourne, Australia, hizo eje en la consciencia ecológica como un aspecto de la nueva religiosidad, incluyendo la espiritualidad de los pueblos originarios, que en ese caso oficiaron de anfitriones.

El puente ya estaba tendido. Esta nueva consciencia espiritual se ha nutrido simultáneamente, de los avances de la ciencia, que desde comienzos del siglos XX, ha explorado con nuevos ojos, las profundidades de la materia, la inmensidad del universo, la interrelación del tiempo y el espacio, la complejidad de la vida, el poder de la energía, las asombrosas capacidades de la consciencia y tantos otros prodigios.  A través de revolucionarias teorías la ciencia contemporánea está llegando a descubrir por otra vía, la misma napa de la que venían bebiendo desde hace milenios, las tradiciones de sabiduría.

Fue el físico Fritjof Capra, en su libro El Tao de la Física (1975), quien realizó una de las primeras exploraciones sistemáticas de los paralelismos entre la relatividad, la cuántica y las filosofías orientales. Parece indudable que este acercamiento fue casi natural para muchos de los físicos y cosmólogos cuánticos, como David Bohm o Erwin Schrödinger, quienes bucearon en el misticismo para intentar comprender los rompecabezas que se abrían ante sus ojos. Ha sido célebre el estrecho vínculo que unió a Bohm con Jiddu Krishnamurti, quienes lograron poner en sintonía sus mentes -científica y religiosa- para indagar sinérgicamente las relaciones entre la inteligencia, la percepción, el significado del universo, la plenitud del vacío y la creatividad de la incertidumbre.

Desde 1974 se celebran en Inglaterra los Congresos Internacionales de Místicos y Científicos. Entre sus declaraciones se asegura que “la mente científica puede atravesar la puerta de lo infinitesimal hacia lo infinito. El místico, adentrándose en él y entrando en un estado de percepción liberada de los sentidos, puede descubrir que forma parte de todo lo que existe. El físico subatómico, utilizando métodos de observación que van más allá de la percepción ordinaria, experimenta la realidad como una totalidad orgánica armoniosa” y señala que “nunca podrá subrayarse bastante la importancia de este avance científico hacia un modelo de realidad que es esencialmente espiritual”.

Muchos conceptos de los nuevos paradigmas ofician de verdaderos conceptos-puente, porque permiten esbozar una explicación racional y no sólo intuitiva, para las sutiles complejidades que el materialismo mecanicista excluyó del campo de la ciencia. Uno de ellos es el de campos mórficos, propuesto en la década del 80 por el biólogo Rupert Sheldrake. Zonas de influencia inmaterial cuyas implicancias permiten aproximar explicaciones para comprender la eficacia de los rituales y la oración, la telepatía de los animales y hasta la acción del inconsciente colectivo. También las ideas sobre el orden implicado y el holomovimiento de David Bohm o el concepto del campo psi de Ervin Laszlo, refieren a una inteligencia cósmica que opera en la naturaleza, retomando la concepción oriental de los registros akáshicos donde todo, hasta el más leve pensamiento, quedaría registrado.

Es notable cómo la ciencia ha terminado encontrando lo mismo que puso tanto empeño en sacar de su camino. Generalmente, cuando un estudio es profundo y comprometido, llega como en el mito de Narciso, a encontrar nuevamente reflejada, su propia imagen. Así, la ciencia contemporánea ha abierto el camino y da la mano a  lo espiritual. Al mostrarnos la interrelación de todo lo existente y nuestra estrecha pertenencia a esa red vital, no sólo nos impulsa hacia una mayor consciencia ecológica, sino que nos re-liga al misterio de lo sagrado. En palabras del filósofo español Vicente Merlo, quien también nos visita estos días en Buenos Aires, necesitamos una “espiritualidad a la altura de nuestro tiempo” que nos ayude “a dejar de adorar y someternos acríticamente a cualquiera de los modelos existentes” y nos estimule “a la búsqueda de la verdad y la investigación tanto teórica como práctica, intelectual como existencial, individual como colectiva”.

En medio de la caída de las instituciones y la crisis de paradigmas, no es casual este resurgimiento de la espiritualidad. La realidad nos muestra que está llegando la hora del reencuentro. Y estos dos campos históricamente enfrentados –la ciencia y la religión-, estas dos vías de conocimiento que aprendimos a pensar como irreconciliables, pueden hoy tender nuevos puentes hacia una ampliación de la consciencia individual y colectiva.

 

 

Texto de nota publicada en el Diario La Nación, sección Opinión  (2/08/2013).

Leída durante el almuerzo del Foro de la Mujer del 29 de octubre de 2013.